🥩 Carne roja: moderar, no prohibir.
La carne roja (vacuno, cerdo, cordero) es fuente de proteínas, hierro y vitaminas del grupo B, nutrientes valiosos para la salud. Sin embargo, su consumo elevado se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer colorrectal y, en menor medida, de otros tumores.
-
Recomendación: no eliminarla por completo, sino limitarla a 1-2 veces por semana, preferiblemente en cortes magros (sin grasa visible) y cocinada con métodos saludables (plancha, horno, guisos suaves).
🌭 Carne procesada: mejor evitarla.
La OMS clasificó las carnes procesadas (embutidos, salchichas, bacon, fiambres) como carcinógenas porque contienen aditivos, conservantes (como nitritos) y métodos de curación o ahumado que generan sustancias nocivas.
-
Recomendación: reducir su consumo al mínimo o reservarlo para ocasiones muy puntuales.
🔥 Formas de cocción.
El modo de cocinar la carne también importa:
-
Evitar las cocciones a la brasa, frituras profundas o ahumados, que generan compuestos que aumentan el riesgo.
-
Optar por hervidos, guisos, plancha ligera u horno.
💪 Durante el tratamiento.
Algunas pacientes pueden tener dificultades para digerir la carne roja durante la quimio o la radio, ya sea por su textura o por el sabor metálico que a veces provoca. En esos casos, conviene sustituirla por otras proteínas como pescado, huevos, pollo, pavo o legumbres.
✨ Conclusiones
-
✅ La carne roja no está prohibida, pero debe consumirse con moderación (1-2 veces/semana) y en cortes magros.
-
🚫 Las carnes procesadas (embutidos, fiambres, bacon, salchichas) sí conviene evitarlas o dejarlas para momentos muy ocasionales.
-
🔥 La forma de cocción influye: mejor guisos, horno o plancha ligera que brasa o frituras.
-
🌸 Lo más importante es que la proteína animal se complemente con fuentes saludables como pescado, legumbres, huevos y proteínas vegetales.