El uso de suplementos nutricionales y de plantas medicinales (fitoterapia) es un tema frecuente en oncología. Muchas pacientes buscan en ellos una ayuda extra, pero no siempre son seguros. Por eso, su uso debe estar controlado y supervisado por el oncólogo.
1️⃣ ¿Cuándo pueden ser útiles?
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💊 Deficiencias nutricionales específicas
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Ejemplo: déficit de vitamina D, hierro o vitamina B12, confirmado mediante análisis.
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🛡️ Apoyo al sistema inmunitario y recuperación
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Algunos suplementos (con evidencia científica) pueden ayudar a reducir la fatiga o mejorar la tolerancia al tratamiento.
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🌿 Fitoterapia con respaldo científico
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Ciertas plantas, como el jengibre, han demostrado utilidad para aliviar náuseas y vómitos.
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2️⃣ Riesgos de un uso inadecuado
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⚠️ Interacciones peligrosas
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Algunas plantas o suplementos pueden disminuir la eficacia de la quimioterapia o potenciar su toxicidad.
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Ejemplo: la hierba de San Juan (hipérico) puede alterar el efecto de varios fármacos oncológicos.
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🚫 Falsas expectativas
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Ningún suplemento ni planta “cura” el cáncer.
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El riesgo aparece cuando se utilizan como sustitutos del tratamiento médico.
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💸 Gasto innecesario
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Muchos productos se venden como milagrosos sin tener respaldo científico.
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3️⃣ Por qué siempre bajo supervisión médica
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👩⚕️ El oncólogo y el equipo de nutrición pueden evaluar qué es seguro y qué no.
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📚 Permite elegir solo suplementos con evidencia científica.
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🛡️ Evita interacciones peligrosas con la medicación.
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🤝 Asegura que el suplemento se use como complemento y no como sustituto.
✅ Conclusiones
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Los suplementos y la fitoterapia pueden ser útiles solo en casos concretos, cuando existe evidencia científica.
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Su uso inadecuado puede ser peligroso y contraproducente.
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La clave está en consultar siempre con el oncólogo, nunca automedicarse.