¿Puedo consumir lácteos durante el tratamiento? ¿Cuáles son los más recomendables y cuáles no?

Consulta siempre tus dudas con tu equipo médico.

🥛 Los lácteos pueden formar parte de una dieta saludable durante el tratamiento.
Son una fuente importante de proteínas de alta calidad, calcio y vitamina D, nutrientes clave para mantener la masa ósea y muscular. Sin embargo, no todos los lácteos son iguales, y algunos pueden resultar pesados o poco recomendables según la tolerancia de cada paciente.


✅ Lácteos recomendables

  • 🥛 Leche semidesnatada o desnatada → más ligera, fácil de digerir y con menos grasa.

  • 🍶 Yogur natural o kéfir → aportan probióticos que ayudan a cuidar la microbiota intestinal y mejorar la digestión.

  • 🧀 Quesos frescos y tiernos → ricotta, requesón, mozzarella, burgos; suaves y fáciles de masticar.

  • 🍦 Versiones sin lactosa → útiles si aparece intolerancia a la lactosa durante el tratamiento.


⚠️ Lácteos a limitar o evitar

  • 🧀 Quesos curados y muy grasos → pueden ser difíciles de digerir y aumentar la sensación de pesadez.

  • 🧈 Nata, mantequilla y helados industriales → altos en grasas saturadas y azúcares añadidos.

  • 🥤 Batidos azucarados o lácteos procesados → aportan calorías vacías y pueden empeorar molestias digestivas.


👩‍⚕️ Recomendaciones prácticas

  • En caso de diarrea, conviene elegir lácteos sin lactosa o fermentados (yogur, kéfir).

  • En caso de mucositis o dolor al tragar, preferir yogures suaves, quesos cremosos o natillas caseras.

  • En caso de estreñimiento, los yogures naturales pueden ser beneficiosos gracias a los probióticos.

  • Ajustar siempre las raciones: pequeñas cantidades suelen ser mejor toleradas.


✨ Conclusiones

  1. ✅ Sí se pueden consumir lácteos durante el tratamiento, eligiendo las opciones más suaves, naturales y fermentadas.

  2. 🥛 Yogur, kéfir, quesos frescos y leche sin lactosa son los más recomendables.

  3. 🚫 Evitar lácteos muy grasos, procesados o con exceso de azúcar.

  4. 👩‍⚕️ Escuchar al cuerpo: cada paciente tiene una tolerancia distinta, y el oncólogo o nutricionista puede adaptar la recomendación.