¿Hemos de cuestionar los tratamientos?

Escrito el 16/05/2024
Consulta siempre tus dudas con tu equipo médico.


Es completamente válido y saludable cuestionar los tratamientos médicos y participar activamente en las decisiones sobre tu salud, especialmente cuando se trata de un diagnóstico tan serio como el cáncer. Tu posición debe ser informada y empoderada, ya que como paciente, tienes derecho a comprender todas las opciones disponibles, sus riesgos, beneficios y efectos secundarios, así como a tomar decisiones que estén alineadas con tus valores personales y tus preferencias.

1️⃣ ¿Por qué es importante cuestionar los tratamientos?

1. Para entender completamente las opciones disponibles

El tratamiento del cáncer no es una "talla única", y existen múltiples opciones terapéuticas. Preguntar y cuestionar te permite:

  • Obtener claridad sobre cada opción, sus beneficios, riesgos y efectos secundarios.

  • Entender cómo y por qué un tratamiento específico es la mejor opción para tu caso particular, teniendo en cuenta tu tipo de cáncer, su estadio y tus características personales.

2. Para asegurar que no se te omitan opciones

En algunos casos, los oncólogos pueden tener una opción terapéutica preferida, pero eso no significa que sea la única. Preguntar sobre alternativas (como ensayos clínicos, terapias menos invasivas, o tratamientos de segunda línea) puede darte acceso a nuevas opciones que quizás no se mencionaron inicialmente.

3. Para ser parte activa del proceso de decisión

El proceso de tratamiento no debe ser un camino unilateral. Tú eres la persona más importante en este proceso y deberías tener un papel activo en las decisiones que se toman sobre tu salud. Cuestionar los tratamientos puede ser una forma de fomentar la toma de decisiones compartida entre tú y tu oncólogo, un enfoque colaborativo en el que se consideran tus valores, deseos y preocupaciones.


2️⃣ ¿Qué preguntas deberías hacer para cuestionar los tratamientos?

Es importante que tengas una lista de preguntas y temas que te gustaría discutir con tu oncólogo para asegurarte de que comprendes completamente tu tratamiento y tus opciones. Aquí algunas preguntas clave:

1. ¿Cuál es el objetivo de este tratamiento?

  • ¿Es para curar el cáncer, reducir el tamaño del tumor, o simplemente para aliviar los síntomas?

  • ¿Este tratamiento es adecuado para mi estadio y tipo de cáncer?

2. ¿Cuáles son los beneficios y los riesgos de este tratamiento?

  • ¿Qué efectividad tiene este tratamiento para el tipo de cáncer que tengo?

  • ¿Cuáles son los efectos secundarios más comunes y graves de este tratamiento?

  • ¿Cómo afecta este tratamiento a mi calidad de vida durante y después de la terapia?

3. ¿Existen tratamientos alternativos o adicionales?

  • ¿Qué otras opciones de tratamiento tengo, y cómo se comparan con esta opción?

  • ¿Hay ensayos clínicos disponibles para mi tipo de cáncer que podrían ofrecerme nuevas opciones terapéuticas?

  • Si el tratamiento no funciona, ¿qué tratamientos de segunda línea o tercera línea tengo disponibles?

4. ¿Qué pasa si el tratamiento no tiene éxito?

  • ¿Cuál es el plan de acción si el tratamiento no funciona o si el cáncer no responde?

  • ¿Se considerarán tratamientos paliativos si el cáncer no es curable, y qué implican esos tratamientos?

5. ¿Cómo afectará este tratamiento a mi vida diaria?

  • ¿Este tratamiento afectará mi capacidad para trabajar, hacer ejercicio o llevar a cabo actividades cotidianas?

  • ¿Habrá restricciones o limitaciones en mi vida sexual o en la fertilidad debido a este tratamiento?

6. ¿Cuáles son los costos asociados con este tratamiento?

  • ¿Qué tratamientos son cubiertos por mi seguro médico?

  • ¿Existen tratamientos que no estén cubiertos y cuáles serían los costos adicionales?

7. ¿Cuánto tiempo durará este tratamiento y cómo será el seguimiento?

  • ¿Cuánto tiempo tendré que estar recibiendo tratamiento y con qué frecuencia?

  • ¿Cómo se hará el seguimiento para evaluar la efectividad del tratamiento y detectar posibles efectos secundarios?


3️⃣ ¿Qué posición debes tener como paciente?

Tu posición debe ser informada, proactiva y colaborativa. Aquí te dejo algunas pautas clave sobre cómo abordar el proceso de toma de decisiones:

1. Sé un participante activo en tu tratamiento

Es importante que sientas que tienes control sobre tu tratamiento. Esto no significa que debas ser un experto médico, pero sí debes hacer preguntas y asegurarte de que entiendes completamente las opciones que se te presentan. El oncólogo es un experto, pero tú eres el experto en tu propia vida y en lo que quieres y necesitas.

2. Comunica tus preocupaciones y prioridades

  • ¿Cuál es tu mayor preocupación o miedo sobre el tratamiento? ¿Es el dolor, los efectos secundarios, la duración del tratamiento, la calidad de vida?

  • ¿Tienes alguna prioridad personal, como la preservación de la fertilidad o el deseo de evitar efectos secundarios graves? Es importante compartir estos aspectos con tu oncólogo para que el plan de tratamiento se adapte a ti como individuo.

3. No temas pedir una segunda opinión

Si tienes dudas sobre el diagnóstico o el tratamiento propuesto, no dudes en buscar una segunda opinión. Un segundo oncólogo puede ofrecerte una perspectiva diferente o sugerir otras opciones. Este es un derecho que tienes como paciente y puede proporcionarte una mayor tranquilidad.

4. Infórmate sobre nuevas terapias y ensayos clínicos

Los ensayos clínicos pueden ofrecer acceso a tratamientos innovadores que aún no están disponibles como tratamientos estándar. Pregunta a tu oncólogo si hay estudios clínicos disponibles que puedan ser adecuados para ti.

5. Mantén un enfoque equilibrado y realista

El proceso de tratamiento puede ser emocionalmente abrumador, y las decisiones sobre el tratamiento pueden ser complejas. Es importante mantener un enfoque equilibrado, ser realista sobre las posibilidades de éxito de cada opción y estar preparado para ajustar el tratamiento si es necesario.


✅ Conclusión

  • 💡 Es fundamental cuestionar los tratamientos, ya que te da el poder de tomar decisiones informadas sobre tu salud. Esto también permite una colaboración estrecha con tu oncólogo, asegurando que el tratamiento se adapte a tus necesidades y preferencias.

  • 🩺 Participa activamente en tu tratamiento, pregunta sobre las opciones disponibles, y asegúrate de comprender los beneficios y riesgos de cada enfoque. No dudes en pedir una segunda opinión si lo necesitas.

  • 🎯 La toma de decisiones compartida es clave: el oncólogo es un experto, pero tú eres quien tiene la última palabra en lo que respecta a tu bienestar y tu vida.