1️⃣ Introducción: Por qué es clave la consulta médica 🩺
Antes de iniciar o modificar tu rutina de ejercicio en el contexto oncológico, es fundamental asegurarte de que tu estado de salud y tus tratamientos lo permitan. Una valoración médica previa garantiza que tu plan sea seguro, personalizado y compatible con tus necesidades clínicas.
2️⃣ Situaciones que requieren consulta previa 👩⚕️
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Diagnóstico reciente o cambios en tu enfermedad
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Si acabas de recibir un diagnóstico de cáncer o ha cambiado el estadio o tipo de tumor.
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Inicios o cambios de tratamiento
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Antes de empezar quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia u otros fármacos oncológicos.
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Cirugías o procedimientos invasivos
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Tras intervenciones quirúrgicas (mastectomía, reconstrucción, colocación de catéter, linfadenectomía).
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Síntomas nuevos o empeoramiento de los existentes
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Dolor agudo, dificultad respiratoria, hinchazón significativa, fiebre o infecciones frecuentes.
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Comorbilidades importantes
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Hipertensión descontrolada, enfermedad cardíaca, diabetes mal controlada, osteopenia u osteoporosis avanzada.
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Efectos secundarios severos del tratamiento
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Neutropenia grave, trombocitopenia (plaquetas < 50 000/mm³), neuropatía periférica limitante, fatiga extrema persistente.
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3️⃣ Qué evaluar en la consulta médica 🔍
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Estado cardiovascular y respiratorio
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Pruebas de esfuerzo, EKG o medición de la función pulmonar si hay antecedentes de problemas cardíacos o respiratorios.
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Recuento sanguíneo y función renal/hepática
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Analizar neutrófilos, plaquetas y marcadores de función para ajustar intensidad y tipo de ejercicio.
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Integridad de cicatrices y estado de la piel
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Revisar zonas irradiadas o quirúrgicas para evitar irritaciones, fibrosis o sobrecarga.
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Riesgo de caídas o fracturas
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Evaluar densidad ósea y fuerza de equilibrio, especialmente si hay osteoporosis o neuropatía.
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4️⃣ Cómo preparar la visita médica 🗒️
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Lleva tu historial de ejercicio: duración, frecuencia, tipos de actividades y cómo te han sentado.
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Anota tus síntomas: fatiga, mareos, dolor, hinchazón o cambios en la movilidad.
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Preguntas clave:
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“¿Qué molestias debo vigilar?”
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“¿Hay ejercicios que deba evitar?”
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“¿Qué intensidad y frecuencia recomienda para mí?”
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5️⃣ Integración de la recomendación en tu rutina 📆
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Plan personalizado: pide un programa que detalle frecuencia, intensidad, tipo y duración de cada sesión.
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Revisiones periódicas: agenda chequeos cada 2–3 meses o al presentar nuevos síntomas.
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Comunicación continua: informa a tu equipo sobre cualquier cambio significativo en tu energía o molestias.
📌 Conclusiones y Siguientes Pasos
💡 Consulta siempre antes de empezar o cambiar si hay diagnóstico, tratamiento o síntomas nuevos.
📋 Prepara tu visita médica con datos de tu actividad actual y tus molestias.
🩸 Valora resultados de pruebas sanguíneas y cardiovasculares para ajustar tu plan.
📆 Revisa periódicamente tu rutina con tu oncóloga/o o fisioterapeuta para mantenerla segura y eficaz.
