1️⃣ Introducción: Seguridad del Ejercicio en Tratamiento Oncológico 🛡️
Realizar ejercicio durante la quimioterapia o la radioterapia es no solo seguro, sino recomendable cuando se hace con las precauciones adecuadas. Mantenerse activa ayuda a reducir efectos secundarios, mejorar tu bienestar y preservar la masa muscular. Eso sí, cada mujer es única: siempre deberás adaptar la actividad a tu situación clínica y recibir luz verde de tu equipo sanitario.
2️⃣ Principales Precauciones ⚠️
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Conteo celular: si sufres neutropenia (glóbulos blancos bajos) o trombocitopenia (plaquetas bajas), evita ejercicios de contacto o riesgo de caídas y apuesta por actividades de bajo impacto.
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Vías de acceso y catéteres: protege la zona del dispositivo; evita presión directa o movimientos bruscos que puedan desplazarlo.
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Efectos secundarios agudos: náuseas, vómitos o diarrea demandan baja intensidad o descanso activo (paseo muy suave).
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Fiebre o infección: suspende el ejercicio hasta estar libre de fiebre y con autorización médica.
3️⃣ Beneficios de un Programa Supervisado ✅
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Control de fatiga: estudios muestran que el ejercicio dirigido por profesionales reduce “fatiga oncológica” hasta en un 40 %.
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Protección muscular y ósea: mantener fuerza con pesos ligeros evita la sarcopenia y previene la pérdida ósea.
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Mejora emocional: la rutina de actividad aporta estructura, sensación de control y disminuye ansiedad.
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Mejor tolerancia al tratamiento: un cuerpo más preparado asimila mejor las dosis y minimiza complicaciones.
4️⃣ Qué Debes Saber Antes de Empezar 📋
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Consulta médica previa: asegúrate de que tu oncóloga/o y, si es posible, un fisioterapeuta oncológico aprueben tu plan.
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Valoración inicial: un test de tolerancia (por ejemplo, caminar hasta sentir ligera fatiga) orienta sobre tu punto de partida.
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Objetivos realistas: define metas semanales de minutos de actividad, no de intensidad; por ejemplo: “5 min diarios de paseo, aumentando 1 min cada día”.
5️⃣ Tipos de Ejercicio Recomendados 🎯
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Cardio suave: caminata, bicicleta estática o aquagym, 5–20 min según tolerancia, 3–5 días/semana.
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Fuerza leve: bandas elásticas o mancuernas de 0,5–2 kg, 1–2 series de 8–12 repeticiones, 2 días/semana.
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Flexibilidad y movilidad: estiramientos asistidos, yoga suave o pilates, 10–15 min tras cada sesión.
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Relajación y equilibrio: Tai Chi o ejercicios de conciencia corporal, 5–10 min para mejorar la estabilidad y reducir estrés.
6️⃣ Señales de Alarma a Vigilar 🚩
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Dolor agudo o palpitaciones: detén inmediatamente la actividad.
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Mareos, sudor frío o visión borrosa: si aparece, siéntate, hidrátate y consulta.
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Hemorragias o moretones inexplicables: podrían indicar plaquetas muy bajas.
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Aumento extremo de fatiga: descansa y revisa tu plan con tu médico.
📌 Conclusiones y Siguientes Pasos
🏥 Consulta y adapta: pide aprobación y ajustes a tu equipo médico y fisioterapeuta.
🐢 Progresión suave: empieza con pocos minutos e incrementa gradualmente.
👟 Elige comodidad: calzado estable, superficies seguras y entorno agradable.
🔄 Revisa y ajusta: monitoriza tu respuesta tras cada sesión y ajusta intensidad o duración.